martes, 12 de febrero de 2008

Clases

Si bien es cierto que los integrantes de la delegación chilena tenían distintos niveles de conocimiento y manejo del idioma ingles y que además fueron incorporados a sus respectivos niveles, es necesario hacer la siguiente reflexión en relación a lo que le tocaría vivir a un estudiante que se incorpora a un programa de esta naturaleza y que esta en un nivel de principiante como estudiante del ingles.

Efectivamente, un estudiante en estas condiciones, es incorporado a un curso en que la mayoría de sus integrantes cursaran un período de estadía en clases de 50 semanas, lo que hace evidente que el avance de un alumno tal será paulatino y progresivo, sin embargo el alumno de 5 semanas solo podrá acceder a las 5 primeras semanas, en las cuales se hace énfasis a la gramática principalmente.
Es necesario frente a un escenario de esta naturaleza, crear un curso específico para estudiantes principiantes de 5 semanas haciendo mas hincapié en la posibilidad de que el alumno tenga acceso a mas diálogo, lo cual sería de sumo deseable y de mucha utilidad dada su inevitable interacción con el medio de su entorno en todo momento.



En conversación con algunos integrantes de la delegación, este punto de vista es coincidente, pues a juicio general, el acceso a la comunicación es principal en un país foráneo. Si bien es cierto que la gramática es necesaria, hay que meditar lo siguiente; “El aprendizaje de un idioma es equivalente a retornar a una edad de infante. Respecto a esto último, todos sabemos que un niño aprende a hablar antes de saber escribir.”
Como conclusión respecto a este punto, se puede indicar y sostener respecto a la necesidad de diseñar un curso específico para estudiantes de solo 5 semanas, haciendo énfasis en el diálogo en ingles. A modo de corroboración de este punto de vista, mucho del avance en aprendizaje del idioma ingles durante la estadía en Australia, se vio beneficiado por la comunicación con ciudadanos y gente común de la ciudad de Sydney, ya sea durante una salida de compras o de paseo por la ciudad. Esta comunicación cotidiana y constante obliga necesariamente a “soltar la lengua” y procurar expresar lo deseado de la forma mas aproximada a un buen léxico, sin embargo esta iniciativa genera una confianza y una soltura en el estudiante extranjero lo que deriva necesariamente en su propio auto corrección, favoreciendo su aprendizaje. El factor que cohibe al alumno en clases frente a sus compañeros deja de existir frente a una individual interrelación con los entes del entorno que le toque enfrentar.

Finalmente y a modo de corroboración, puedo hacer referencia a lo vivido en una de las clases del nivel principiante donde me toco participar, En efecto, el primer día de clases en un curso de estudiantes de variados orígenes es muy difícil hasta en la posibilidad de conversar entre estudiantes, dado la diferencia comunicacional existente debido a los idiomas diversos de los integrantes del curso. Esta situación no varío mucho durante las 2 primeras semanas, sin embargo se produjo una ventaja en lo que fue el acercamiento entre los alumnos versus el avance en el aprendizaje del idioma ingles.

Muchos alumnos casi no hablaban. Algunas niñas se amparaban en la necesidad de pasar lo mas rápido y desapercibidas su período de clases de cada día. No hablaban y la timidez reinaba por doquier.
Un día, llegó un alumno de Arabia Saudita. Su nombre era Rayel. Tenía casi 30 años de edad y en su país trabajaba en la administración de un hospital. Dada su naturaleza y edad, rápidamente tomo ventajas sobre el resto de los alumnos del curso. Al no encontrar correspondencia adecuada a su personalidad, comenzó a relacionarse más conmigo que con los demás. Progresivamente nació una amistad y compatibilidad entre los dos. Compartimos los fines de semanas en actividades deportivas y más de amigos.

Durante una clase, recuerdo que la profesora al llegar tenia la costumbre de preguntar en ingles como estuvo el fin de semana. Al ver que los alumnos casi no contestaban, hizo poner a todos de pié frente a ella para enseñar a responder adecuadamente y en la pronunciación correcta el modo de responder a su pregunta cotidiana de los días lunes.

Estaba ella en eso, cuando Rayel me pregunto si sabia bailar salsa. Le indique que había asistido a un casino el fin de semana y que me habían enseñado unos pasos de este baile. Rayel me pidió que le mostrara como eran. Accedí a su petición y comenzamos a practicar algo alejados del grupo de alumnos de la profesora. Ella se percató y preguntó que estábamos haciendo. Rayel le indico que yo era su profesor de baile. La profesora manifestó su agrado y me hizo explicarle a ella y a todos los paso de salsa. Posteriormente hizo que cada alumno los practicara. Al comienzo solamente fueron unos pocos algo tímidos los que se atrevieron, sin embargo la clase ese día se transformo en una demostración alegre de bailes típicos de muchos de los integrantes del curso, los cuales a esa altura participaban con soltura y alegría de la actividad.

Esto demuestra el equivalente que existe entre la posibilidad de soltar el temor y la timidez en una clase en relación a el comportamiento individual de un individuo interactuando con el medio con sus propios recursos para comunicarse en el idioma ingles.

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